¿NACEMOS O NOS HACEMOS ORDENADOS?


Esa es la cuestión, ¿verdad?...
¿os habéis parado a pensar en qué momento alguien os enseñó cómo debíais organizar el armario de vuestra habitación?, o cómo ordenar vuestros cajones, vuestros juguetes, vuestros estudios...

La respuesta es NO, nadie nunca nos ha enseñado a ordenar u optimizar nuestros espacios, porque se supone que es algo que debemos llevar de forma innata dentro de nosotros y vale que alguna personas tengamos cierta afinidad con ese tema, pero no existe educación alguna sobre el tema.
Por lo tanto, qué queremos esperar de nuestros hijos si nosotros no les enseñamos el HOW del orden.

En mi humilde opinión, considero que no estaría nada mal impartir algunos talleres escolares orientados a este tipo de actividades, al igual que les enseña a cocinar un pan por ejemplo, no estaría bien que un dia vuestro hijo llegara y os dijera, hoy me han enseñado a arreglar mis cajones o...a plegarme mis calcetines..., en fin, porqué no? creo que se evitarían muchas futuras riñas sobre conductas sobre el orden en casa. 

El orden es una virtud indispensable para convivir en familia de manera tranquila y placentera y no olvidemos que es de gran utilidad como fundamento para obtener otros valores primordiales en la vida.

Éstos son los consejos que yo os puedo aportar para la primera etapa de la vida de un niño sobre mi experiencia particular:

Durante la primera etapa, es de vital importancia fomentar el orden. El crear rutinas o hábitos a la hora de comer, en la higiene personal o en la hora del juego contribuirán en la organización responsable del niño.

Pensad que si se hace desde bien pequeño, se transforma en una necesidad esencial para el niño, lo que le permite ejercer cierto control en relación con el ambiente o espacio que lo rodea y además le aporta estabilidad.

Los hábitos con actividades vinculadas son muy importantes para que el niño asocie cada situación del día con las labores que deben realizarse. Os pongo un ejemplo, en el momento en que regresa a casa el niño debe saber que lo primero que debe hacer es quitarse la chaqueta y dejarla en su sitio, (un sitio al que él mismo pueda acceder, recordad, autonomia, método Montessori) o que cuando acaba de jugar debe recoger antes de pasar a otra actividad. Esta clase de costumbres le ayudarán a reflexionar sobre la organización que lleva en su propio estilo de vida, lo que terminará haciendo sin mayores esfuerzos.

Aprender a vivir en orden en nuestra vida requiere este mínimo sacrificio por parte de familias y no olvidemos, escuelas. Generar hábitos de orden y organización son de gran utilidad para formar a nuestros hijos pensando en su futuro, que trabajen el desapego y aprendan a vivir en armonia y paz gestionando de una forma ótima sus entornos y rutinas.

Y bien, ¿qué opinas tú sobre el tema?
Estaré encantada de escuchar tus comentarios!!


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